Archive for Ocurrencias

El jamón del sandwich

sandwich
Foto cortesía de: Sakurako Kitsa on Flickr

Una de las cosas que más me molestan de mi trabajo actual en el departamento de recursos humanos es cuando tengo esa sensación de ser el jamón del sandwich.

Pasa cuando los jefes jalan para un lado y los empleados para el otro y yo estoy en medio temiendo perder mis extremidades. No se si se percatan de que eso es una tortura medieval llamada “el potro” y que vuelve loco a cualquiera.

No culpo a los empleados, ni culpo a los jefes. Cada uno es lo que es, y cada uno busca lo que le conviene. (Y al decir esto hablo desde mi condición de jamón y me separo temporalmente de mi verdadera condición de empleada mal-asalariada) Y así, tomando distancia de la situación, me pregunto… ¿Por qué los jefes siempre pretenden que los empleados vean por el beneficio de su empresa? Así nomás, de gratis. ¿Qué demonios les hace pensar que un empleado es un ser dispuesto al sacrificio perpetuo que estará siempre presto a inmolar vida personal y privada en aras del bien… no común, sino personal de unos cuántos? Eso solo puede ser producto de una ingenuidad tremenda o bien, de una desfachatez (que palabra tan graciosa esta)… decía… de una desfachatez enorme.

Reconocer la naturaleza de nuestro interlocutor es fundamental para una buena comunicación. Saber cuáles son sus motivaciones, sus necesidades y apetencias. En definitiva, escuchar la voz de ese otro ser y sobre todo escuchar la voz de la lógica básica.

Señores jefes, señores dueños de las empresas, es LÓGICO que un empleado quiera irse a descansar en cuanto termine su jornada… o antes, si es posible, es LÓGICO que un empleado quiera cobrar a final de mes y que no le importen sus problemas financieros porque a usted tampoco le importan los de él; LÓGICO es también que la gente quiera cobrar lo más posible con la menor inversión de esfuerzo. Es LÓGICO que el empleado busque tener más días de vacaciones, más horas de descanso y que su uniforme sea bonito, de buen gusto y a su medida (a ser posible que el sastre venga a tomarle medidas).

Por otro lado está claro que las empresas existen con la finalidad de ganar dinero y que los empresarios buscarán obtener siempre el mayor beneficio posible con la menor inversión, eso también lo comprendo. Pero lo que no puedo soportar es que estos empresarios y esos que se creen empresarios, pero que no son más que empleados mejor pagados que los demás, se indignen y se sorpendan ante las posturas más básicas y comprensibles del proletariado. Ya no por una cuestión de solidaridad, sino por una mera conveniencia personal, los jefes podrían de vez en cuando, detenerse a pensar con quién están tratando, quién es ese ser no solo andante sino pensante al que llaman “empleado” porque de otro modo lo que debía ser un diálogo entre personas se convierte en un ladrar de perros a gatos.

Y como perros y gatos estamos siempre, ladrando y maullando, mandando unos e ignorando otros, imponiendo unos y escaqueándose otros… y en medio… claro está… el famoso departamento de Recuros Humanos, que ante esta penosa situación solo tiene dos opciones, volverse al brazo derecho de la ley y hacer de Policía Secreta de los Recursos Inhumanos o bien, tomar algún tinte rojizo y convertirse en defensora de los derechos que ese sindicato blanco o transparente ignora.

Yo mientras tanto, sueño con que exista un departamento donde verdaderamente se administren los Recursos Humanos de una empresa, donde se entienda que, efectivamente, somos humanos y que, gracias a eso, podemos comunicarnos.

Es la boooa

¡Este fin de semana tuvimos boda! Una muy elegante y muy bonita por cierto. Aunque era tan elegante, tan elegante, que el piso estaba encerado de más y todo el mundo acababa azotando en el suelo. Entre ellos yo, claro, no podía faltar.

Pero el caso es que me puse a reflexionar en torno a este objeto cultural llamado “Boda”: ¿Qué será lo que tienen las bodas que a unos les espantan, a otros les encantan y otros más las aborrecen?

Yo personalmente, las encuentro muy divertidas, quizá porque soy una persona que valora mucho los rituales y claro también el bailongo… porque una boda sin bailongo no es boda.

Pero una boda puede ser muchas cosas dependiendo del lugar en que se celebre y de la cultura de las personas que van a contraer matrimonio. Una boda puede ser un contrato, una promesa de amor eterno, una celebración comunitaria o un acuerdo entre familias.

En México incluso puede ser una forma de salir de la carcel jeje, pero no vayan a interpretar esto de forma literal, el “boda o carcel” de México es un juego que se hace en las Kermeses (una especie de feria con antojitos y juegos que se organiza sobre todo en las escuelas y en las iglesias católicas). El juego consiste en agarrar a una niña y a un niño (se pone más interesante cuando eres adolescente) y obligarles a firmar bajo pena de carcel un matrimonio civil que contiene cláusulas del tipo …. y tú mujer “tendrás que labar sus calzones apestosos con jabón bolita”. Que por cierto no dista mucho de algunas cláusulas que existen aún en el matrimonio civil. Muchas de las víctimas eligen la carcel, que al fin y al cabo suele tener barrotes de palo de escoba y de la que pueden salir pagando una pequeña multa con billetes chiquitos que es el dinero de la kermese.

Lo que está claro, es que independientemente de los símbolos y costumbres propias de cada cultura hay una máxima común en todas las bodas: ¡Hay que echar la casa por la ventana! Ya sea con el tamaño del pastel, la cantidad de mariscos, los vuelos del vestido de la novia, la marca del coche, o ¿por qué no? toooodo a la vez. Hay que decir a los invitados: aquí no falta de nada… al contrario, sobra. ¿Por qué? Me pregunto yo. Quizá porque es un símbolo de la abundancia que tendrá la pareja en el futuro, y si no nos obligáramos a pensar que en un matrimonio habrá bonanza y prosperidad no seríamos tantos los valientes que nos atreveríamos a casarnos.

En resumen. Hay bodas de telenovela, bodas de cuento, bodas de sangre, bodas arregladas, bodas reales, bodas falsas, bodas de oro, de plata y de diamantes y hasta bodas de kermese y son una manifestación cultural y social digna de preservarse, aunque a veces hay que desmarcarse de algunos absurdos a los que nos lleva la tradición. Pero en fin, mi humilde opinión es que cada uno haga de su boda lo que se le de la gana, que para eso es su boda, y los invitados que se chinguen, total siempre habrá alguien que quedará inconforme.

PIES DE FOTO: (De arriba a abajo) 1. Boda de Cristina y Alejandro en Santander, 2. Boda masiva en Bolivia 4. Boda mexicana con mariachi yauuujua, 5. Boda Indú.

El cochinito tiene hambre

Todos sabemos que una de las cosas más difíciles en este mundo capitalista de nuestros días es AHORRAR.

En realidad, ahorrar es difícil para algunas personas, pero para otras es prácticamente imposible. Yo claro, pertenezco a esta última categoría. La única vez que he logrado hacer un ahorro considerable era porque lo descontaban directamente de mi nómina y yo ya de plano jamás veía ese dinero.

Hace un tiempo empecé a leer un libro llamado «El Economista camuflado«, de un autor norteamericano (y los gringos saben bastante de estas cosas). El libro trata de explicar los fenómenos económicos a una micro-escala y engancha sus teorías con uno de mis temas favoritos: El café «Starbucks».

Básicamente dice que el éxito de esta cadena se sustenta en dos puntos fundamentales:

1. La ubicación de las sucursales y

2. La posibilidad de «elegir» el precio de tu café, obviamente a la par que eliges el tamaño, los ingredientes y los topings extra, según lo «especial que te sientas ese día».

La propuesta de Tim Harford, el autor del libro, se construye sobre la idea de que las personas en una sociedad pueden ser más o menos SENSIBLES A LOS PRECIOS de las cosas. ¿Y qué significa esto?. Pues que estamos dispuestos a gastar sin sentir dolor, incluso hasta gustosamente, determinada cantidad de dinero en ciertas cosas. Claro que este «umbral del dolor» del gasto es distinto en cada persona. A mi me queda muy claro que lo que yo puedo pagar por un buen café, y sobre todo por pasar un rato agradable en un lugar sin humo, con un sillón confortable y un periódico que puedo leer «gratuitamente» es bastante más de lo que muchos de ustedes pagarían.

Hay personas que vivimos sin tener idea de lo que cuestan las cosas, y créanme, no es una cuestión de tener mucho o poco dinero, es una forma de vida, como una especie de miopía que nos impide ver las etiquetas de los precios con suficiente claridad.

La cuestión es que teniendo un (y disculpen el término inventado) umbral tan bajo del dolor por gasto es difícil que una persona como yo pueda ahorrar algo. Menos mal que yo tengo una pareja que me equilibra bastante en ese sentido, porque alguien tiene que alimentar al cochinito ¿no?.

NOTA AL PIE: Cochinito (tr. coloquial del mx. alcancía) = hucha (Esp.) VER FOTO.

Sueños y pesadillas

monunstrito

Como prácticamente todos los días me levanto con una historia recién salida de mi subconciente, decidí comenzar un registro de sueños con la esperanza de que, con el paso del tiempo, pueda encontrar en ellos algún sentido, profecía o clave secreta que se me escapa al contemplarlos por separado. Conozco pocas personas que sueñen tanto y tan a menudo como yo, mi hermano Juan es una de ellas.

Reflexionando sobre el asunto, pensé que dificilmente las personas que no recuerdan sus sueños (porque se supone que todos soñamos) pueden entender la intensidad con la que éstos se llegan a sentir en cuerpo y alma, y eso sin hablar de las pesadillas que te pueden dejar una sensasión de miedo y malestar durante todo el día. Por eso es que creo que los sueños pueden ser determinantes en la vida de las personas, en especial cuando son tan intensos, porque uno los va cargando por la vida también en la vigilia.

Antes se pensaba que los sueños eran profecías, luego vino Freud y dijo que por el contrario, eran claves de interpretación de la niñez, y yo no sé si serán pedacitos de futuro o de pasado o viajes a otras dimensiones, lo que sé es que tienen una magia que no puede compararse con nada más. El hecho de que tu mente imagine y piense cosas sin que tu lo puedas prevenir ni controlar, que de pronto sepas cosas que ni tu mismo sabes que sabías, que estés en lugares conocidos que se te vuelven desconocidos o que los sitios más familiares sean extraños; que un hombre pueda ser un hombre y una mujer al mismo tiempo, tener muchas voces y muchas caras; que puedas transportarte de un lugar a otro en cuestión de nano segundos, o incluso estar en dos lugares al mismo tiempo, todo esto puede ocurrir solo en los sueños y me parece realmente fascinante.

No voy a desvelar aquí los secretos más profundos de mi subconsciente, pero les diré que no hay cosa más desesperante que tener un chicle bola en la boca tan grande tan grande que no te deja hablar, que se te pega por todos los dientes y que nunca se termina por más que intentes sacarlo a pedazos de allí, bueno, se de algunos a los que se les caen los dientes, o que se van a trabjar desnudos, o sin zapatos, eso también es espantoso, y un poco gracioso jejeje. Menos mal que son sueños.

P.D. Mi novio dice, que si no cenara tanto no tendría tantas pesadillas, así que estoy intentando aclararle la diferencia entre una «quesadilla» y una «pesadilla» porque creo que no se entera muy bien.

P.D.2 El de la foto es un monstruoso monstruo de pesadilla. (Bueno, en realidad es el novio de mi hermana).

La historia del loco Simanzky y la correspondencia escrita

Hace un año que vivo en Madrid y hace dos que pasé tres meses en esta misma casa de Getafe. Fue entonces cuando conocí al «loco Simansky»; entonces parecía una persona normal que simplemente hablaba el español con un poco de acento rumano. El hombre, un joven de unos treinta años, vino a pedirme muy amablemente que le hiciéramos el favor de guardarle su correspondencia pues al parecer aún tenía registradas sus cosas en ésta que había sido su casa. Cosa normal pensé yo, le suele pasar a cualquiera que se cambia de casa. Pero la cuestión es que dos años después de aquella visita, don Simansky sigue visitándonos asiduamente cada dos o tres semanas para recoger su correspondencia como si esto fuera una sucursal de correos.

De modo que cada vez fuimos menos amables y más cortantes con él pidiéndole que por favor cambiara sus datos donde los tuviera que cambiar y avisara a…. salubridad, refugiados del mundo, el círculo de lectura, el banco, su tia Gregoria Cerchenova, y a toda su larga lista de frecuentes emisarios que se había cambiado de casa. Pero nada, no entiende razones.

Nuestras teorías al respecto de esta situación son varias, pensamos que puede ser un fugitivo de la justicia o que quizás vive debajo de un puente, pero en este último caso no nos logramos explicar cómo está suscrito a tantas tonterías en las que hay que pagar.

Total que como ya no le quisimos dar sus cartitas la última vez que vino a pedirlas a media noche, nuestro amiguito optó por romper la chapa del buzón para así poder sacar sus cosas cuando le diera la gana. Como comprenderán tengo un encabronamiento mayúsculo, pero no tanto porque venga el hombre a darme la lata o porque allanara mi buzón, como por saber que ese individuo tiene más correspondencia que yo. Quizá tenga que empezar a suscribirme a círculos de cosas o hacerme amiga de un viejecito en otro continente porque ellos son ya los únicos que escriben (creo) de puño y letra y con timbres postales que se pegan con baba.

Toda esta historia me ha hecho pensar… ¡haaaaa que tiempos románticos aquellos en que uno tenía un novio en la guerra que le mandaba cartas!, ¡Qué tiempos en los que llegaban a los buzones algo más que estados de cuenta!, ¡Qué tiempos en los que uno tenía tiempo de escribir!, Ahora ya no podré morir tranquila sabiendo que no tengo epístolas para legar a la humanidad como cualquiera que se precie de ser gente importante y trascendente. Tendré que conformarme con este blogcito que algún día se habrán de comer los gusanos cibernéticos.

De política y cosas peores

pelea A mi la política no me gusta, pero si hay algo que me disgusta más que la política son los políticos. Todo el que me conoce a una cierta profundidad sabe que yo en condiciones normales jamás escribiría nada acerca de los acontecimientos políticos, entre otras cosas porque soy bastante ignorante en esos temas. Pero lo que ha ocurrido en esta última cumbre Iberoamericana me ha llamado realmente la atención.

Estoy todavía con la boca abierta por el episodio ocurrido entre Mr. Hugito Chavez, el excelentísimo Rey Don Juan Carlos Primero de España y el señor Zapatero como le llaman aquí (generalmente sus detractores). Como dirían mis amigas mexicanas ¡¡¡OOOOOSEAAA CÓMO ??? ¿Cómo pueden ocurrir este tipo de cosas entre dos políticos?.

ACOTACÍÓN – Política: que en una de sus acepciones de la RAE es considerada como «cortesía y buen modo de portarse». Ustedes dirán, como dicen la mayoría de los españoles a los que he escuchado pronunciarse sobre el tema, que cualquiera pierde los estribos frente a un individuo como Chavez que no hace más que ofender y no para de hablar ni para respirar, pero a mí me parece que si alguien es de oficio diplomático, si alguien representa los intereses de un pueblo, debe hacer todo lo posible y lo imposible por discutir con educación, templanza y respeto.

Porque si la política que predomina es «cállate- no cállate tú- devuélveme mis carritos y tu mi pelota- que me voy a mi casa y no te hablo más» estamos muy jodidos. Y esto me recuerda a otro caso muy sonado hace tiempo en México, porque hay que ver la paja en el ojo propio… aquello de «comes y te vas» que Don Vicente Fox le dijo una vez a otro Don llamado Fidel, pero esa ya es otra historia.

El olor de las ciudades

narizotaEl primer recuerdo que tengo de mi llegada a España es el olor, no sabría como describirlo pero cada ciudad tiene un olor particular como lo tiene cada casa y cada persona. Desgraciada, o afortunadamente no todos tenemos el olfato tan desarrollado como Grenouille (el ahora famoso protagonista de «El Perfume» de Patrick Süskind) y a la mayoría de las personas la descripción de los olores se nos dificulta bastante, quizá sea porque los olores están unidos como ninguna otra experiencia sensorial a los sentimientos, por eso es que son más instintivos y más animales y por lo tanto indescriptibles.

De cualquier forma si tuviera que decir a qué huele Madrid, diría que al primer golpe de nariz huele a un café como el de aquél proverbio turco, «negro como el infierno y fuerte como la muerte», eso a primera hora de la mañana, porque luego a medio día se combina con el olor de la cebolla, el puerro y el ajo, todo marinado a un calorcito de 40 grados en verano, por la noche el olor serena y se refresca con tomates (que no jitomates). El agua por su parte también tiene un sabor distinto, pero como a todo hay que acostumbrarse, pues mi novio español dice que es el agua de México la que huele raro.

El otro día leía en un diario local que los asiáticos opinan que los occidentales olemos muy mal, lo mismo dicen los blancos de los negros y los negros de los blancos, también lo decimos los americanos de los europeos y seguramente lo dicen los europeos de los americanos, así que me puse a pensar que quizá esto de los olores sea una cuestión realmente animal que nos permite reconocer a nuestra manada en estas junglas de asfalto, igual que nos permite reconocer nuestro territorio. Así que los invito a que la próxima vez que vayan en el metro, camión /autobús o cualquiera que sea su medio de transporte antes de juzgar los olores los disfruten un poco como disfrutarían un arcoíris, porque oler también es una forma de conocer, y ¡Del olfato nace el amor!

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Estación de Atocha, Madrid

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Mirala, mirala, mirala la Puerta de Alcalá

Jaque Mate

Ahora que disfruto del horario español reducido nos quedan las largas y calurosas tardes para hacer un poco de todo, ayer nos dimos a la tarea de sacar nuestra creciente colección de juegos de mesa y jugar.

intelect

Con esto tuve oportunidad de confirmar una vez más mi teoría más que confirmada de que «para todo lo que sea de perder o ganar, yo siempre pierdo», y no estoy exagerando… siempre pierdo. No es solo que sea una pésima deportista, que lo soy, sino que eso se hace extensivo a los juegos de mesa, de azhar, carreras con limones, ponle la cola al burro, juego de las sillas, rifas, tómbolas, anexos y connexos. Por ello me he puesto a reflexionar seriamente al respecto y he pensado que tal vez es cierto eso de que ganar es cuestión de actitud, quizá no tengo la actitud de un ganador. Un ejemplo muy claro de esto es que cuando jugamos al scrable (aquí llamado intelect) yo siempre intento hacer palabras interesantes e increibles como ignominia, paradoja o forúnculo y a veces logro hacer palabras interesantes y largas como estrepitoso, o palabras bellas como gardenia, pero me dan solo 12 puntos y luego resulta que viene alguien y pone «pedo» pero bien acomodado en una casilla con premio y Zaz se lleva 34 puntos.

ajedrez

No es justo!!! En el ajedrez lo que me pasa es que me preocupo demasiado por la vida de los peones y me olvido del objetivo del juego, y así podría seguir con todos los juegos existentes y los que están aún por inventarse. El problema de fondo está en que la idea de ganar tiene que estar por encima de las demás ideas y no al revés, esa es la mentalidad de un ganador y para las personas que nos vemos atraídas por otro tipo de cosas seductoras como la estética o la gramática eso, señoras y señores, es un desastre.

Solo me queda esperar que el refrán sea cierto porque tengo muy claro que mi infortunio en el juego es crónico y definitivo.

La mejor droga del mundo

Hace unos meses pasé a comprar uno de esos deliciosos capuchinos que venden en el Starbucks y vi un letrero en la tienda que decía: ¿Quieres saber más sobre el café? infórmate sobre nuestros seminarios gratuitos. Así que no lo pensé dos veces y me apunté. Ya había perdido la esperanza porque pasaron como dos meses antes de que me llamaran, pero hace un mes lo hicieron preguntándome si aún estaba interesada.

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Comencé las clases y está siendo super interesante. Primero te enseñan los aspectos básicos que tienes que catar cuando pruebas un café: aroma, acidez y cuerpo. Luego vimos las distintas zonas donde se cultiva el café, que están básicamente comprendidas dentro de la franja que va del trópico de cancer al de capricornio, porque es donde el clima lo permite. En este cinturón se cultiva alrededor del mundo ese fruto que luego a algunos nos vuelve locos.

Una cosa interesante que aprendí es que los cafés latinoamericanos son más ácidos que los indonesios por ejemplo, estos últimos por el contrario tienen más cuerpo y son más terrosos.

Me gustaría contarles todo lo que me han contado a mí porque lo encuentro apasionante, como por ejemplo el cultivo en zonas volcánicas, o el proceso de lavado y tostado del grano; o cómo influyen de manera impresionante las siembras que están alrededor de las plantaciones en los tonos aromáticos y en el sabor mismo del café, el problema es que no tengo todo el blog para esto, así que voy directamente a confesarles mi parte preferida.

Según los starbuckianos (y creo que los sommelier en general) hay una cosa llamada “perfect pairing” que es el acompañamiento perfecto, en este caso para cada tipo de café. Así que me la he pasado probando toda clase de pastelitos, brownies, pays y galletitas para encontrar esas notas perfectas que se complementan en el paladar. JAJAJA ¿a quién quiero engañar?, soy una tragona consumada sin ningún tipo de paladar exquisito, el café me sigue sabiendo a café nomás y el chocolate a chocolate. Espero desarrollar un poco más estas habilidades en las próximas sesiones, pero no prometo nada.

Advertencia: Para todos mis amigos/hermanos globalifóbicos, anti-cadenas, defensores del comercio justo, la vendimia local y toda esa larga lista de etcéteras. Por favor déjenme disfrutar de este sencillo y absurdo placer clasemediero, déjenme vivir en mi erronea aspiración pequeñoburguesa, se los voy a agradecer de corazón.

Ahora puedo decirlo: Me encanta el strabucks y
¡el café es la mejor droga del mundo!

starbuckslogo

Burro-cracia Internacional

mafalda02 ¿Recuerdan esa clásica escena del hombre que huye despavorido en una película porque todos los mafiosos de un país lejano y desconocido lo persiguen?, pero ¡OH MILAGRO!, alcanza a llegar en el último minuto a su embajada donde recibe auxilio y calor de hogar. PUES NO ES CIERTO !!!!, es una farsa, las embajadas son un asco. Bueno, solo conozco dos, pero las dos son un asco.

Espero que no me nieguen la entrada a mi país por lo que voy decir a continuación, y que tampoco me echen de España, porque no me veo viviendo en el aeropuerto internacional de Barajas como el pobre de Bill Murray en lost in translation, pero es que tengo que soltarlo porque estoy que me lleva la fregada.

Primero pensé que era una cuestión discriminatoria y que por esa razón cuando intenté tramitar la visa de estudios para venir a España los señoritos (que solo trabajan de 9am. a 1pm. y descansan todos los días festivos habidos y por haber) me hicieron dar ocho vueltas y al final me seguían diciendo con cara de pocos amigos que me faltaban papeles. Pero no es solo eso, sino sus malditos aires de superioridad, es como tratar con los soldados de la frontera vestidos de traje y corbata, si supieran ellos lo mucho que se parecen a los tipos que ponen de cuidapuertas en los bares de México … tu si entras, tu no, tu si, tu no… es que no puedo con eso.

La mujer que me atendió hoy, se indignó muchísimo y me puso una regañiza marca diablo porque contesté una llamada cuando iba a comenzar a explicarme el trámite. Le pedí mil disculpas y le dije que esperaba una llamada importante, se que es una falta de respeto pero solo le faltó nalgearme a la mujer esta. En general me atendió bastante mal y como siempre me fui con más dudas de las que tenía cuando llegué.

Y aquí termina mi catarsis, he vomitado ya toda la burocracia que se me había metido dentro. Les deseo a todos ustedes una vida libre de trámites nacionales e internacionales, que sus plumas no rellenen nunca más de tres formularios, que desaparezcan las ventanillas y los empleos con plaza vitalicia, amen.

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