Las simpáticas antípodas

Vistas de Melbourne al otro lado del Río Yarra

Cuando Javi me dijo que tenía una oferta de trabajo para venir a trabajar a Melbourne, Australia, primero, no le creí, pero más adelante, cuando la propuesta se materializó y tuvimos los boletos de avión en la mano, comencé a pensar cómo sería ese lugar llamado Australia, tan desconocido para mí. La verdad es que no tenía muchas expectativas al respecto porque mi desconocimiento era tan profundo que no me daba para hacerme mucha idea de nada. De lo que no cabe duda es que lo que encontré aquí al llegar fue una ciudad 5 veces más grande de lo que había imaginado. Quizás es que me había acostumbrado a la vida de pueblo en Cambridge, o quizá se cumple la ley física de que a la distancia los objetos siempre parecen más pequeños. Pues bien, el caso es que tras un viaje de 24 horas con una corta escala en Dubai, aterrizamos en esta ciudad llamada Melbourne y aturdida aún por el jet lag (sí, es una disculpa anticipada) comencé a escribir esta «bitácora» de mis primeros días en esta gran ciudad….

Skydiving en St. Kilda Beach

BITÁCORA ESPACIAL DÍA 001
– Los nativos presentan conductas similares a los ingleses respecto al clima, visten shorts y chanclas a pesar del clima fresco y lluvioso.
– Los individuos son sospechosamente amables en los restaurantes y servicios en general ¿Será que hay que dejar propina? aún no lo sé.
– El conductor del taxi que nos recoge en el aeropuerto nos indica las dos grandes premisas para integrarnos con los Melbournianos: Escoge un equipo de fútbol (Aussie rules of course) y cómprate una buena barbacoa (en mexicano: brasero para asar carne). Más adelante, se desvía un poco de la ruta y hace una escala en el lugar donde tendremos que comprar las salchichas para la barbacoa, al parecer un dato muy importante a saber.

Una muestra de la alegría serbia en el festival cultural de Melbourne

BITÁCORA ESPACIAL DÍA 002
– En el centro de la ciudad el servicio de atención a los turistas es impartido por los ancianos. Es una idea genial ¿Quién con más tiempo, paciencia y sabiduría podría desempeñar mejor este trabajo?
– La comunidad Tailandesa y la Griega son gigantes. En especial el porcentaje de asiáticos viviendo en el territorio se nota claramente en el número de sushis, woks y noodles bars, etc, etc, que están por todas partes.
– ¡Cuidado con el tranvía! Viene por donde menos te imaginas.
– ¡Alegría! El agua se puede beber de la llave también y es dulcecita. Adiós al agua pesada, llena de cal de Inglaterra.
– Los Melbourianos presentan una clara tendencia a estar buenorros y tostaditos, tanto ellos como ellas visten camisetas de tirantes y shorts y los resultados del gimnasio y la vida de playa son evidentes. ¡Maldita sea! ¿es que voy a tener que inscribirme al gimnasio?

Port Melbourne

BITÁCORA ESPACIAL DÍA 003
– El sol en esta parte del planeta es abrasador. Alguna fuente no autorizada nos había advertido de esto antes de venir, pero aún así nos ofrecimos como sujetos de investigación y comprobamos en nuestra propia carne que 40 minutos bajo el sol Melbourniano pueden producir quemaduras tipo cangrejo, sobre todo en el güerejo de mi marido.
– Sabes que estás en una ciudad cosmopolita cuando vas a un restaurante italiano y te atiende un pakistaní, vas a un restaurante indio y te atiende un chino, vas a una panadería francesa y te atiende un griego y así sucesivamente hasta el infinito y con todas las combinaciones posibles.
– Los nativos presentan una tendencia visible al anarquismo. Una tarde fui a un café, me dijeron que cerraban a las 8, al día siguiente volví a las 7 y el sujeto estaba recogiendo. Pregunté ¿no cerraba usted a las ocho? Sí, me contestó pero es que hoy está muy tranquilo, así que me voy ya. El sujeto solo es una muestra aislada, pero parece ser una práctica usual entre los habitantes del territorio.

Un lindo ejemplar de la fauna local

… y bueno… después de casi 5 semanas algunas cosas me van pareciendo cada vez más normales (como siempre ocurre). Pero aún hay cosas que saben raro, que huelen raro o que tienen un aspecto diferente. Pero esa es la riqueza de conocer lugares nuevos, que las cosas cotidianas ahora te sacuden un poco los sentidos y el yogurt ya no sabe a lo que tu sabías que sabía.

Afortunadamente el balance de nuestros días en esta ciudad es bastante positivo. Como dijo un personaje local… «Melbourne is a long way from anywhere else. Thank God it’s a wonderful place to be» And I totally agree with him.

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